¿Con quién van los hijos después del divorcio?
BERT HELLINGER
y su psicoterapia sistémica con el método de Constelaciones Familiares.
Bert Hellinger en Felicidad Dual
La pregunta de dónde deben ir los hijos
después del divorcio es muy fácil de solucionar: los hijos tienen que ir con
aquél de los padres que en los hijos respete más a la otra parte (al padre o a
la madre). En la mayoría de los casos es más el padre quien respeta a la madre
en los hijos, que no la mujer al hombre. Es una experiencia mía (H. sonríe),
pero la mujer puede merecerse el tener a los hijos ... aprendiendo a valorar
las cualidades de su ex marido en ellos. De lo contrario, los daña, queriendo y
valorando tan sólo una mitad de ellos.
Pregunta:
Klaus:
¿En qué se nota cuál de los padres respeta más al
otro en los hijos?
Bert
Hellinger: Lo ves en seguida, y también ellos mismos lo
saben en seguida. Si haces la pregunta, sólo tienes que mirar a los padres, y
en seguida sabes quién es.
Klaus:
¿Pero podría ser igual alguna vez?
Bert
Hellinger: ¡Con esta pregunta te opones! Si es igual, no hay divorcio.
Ludwig:
¿Son equivalentes las dos frases: "Debe tener los hijos aquél que más respete al otro cónyuge en los
hijos" y "El que abandona la relación, no debería recibir a los hijos de premio" ?
Bert
Hellinger: De esta forma tan extrema no quisiera
firmarlo. Pero muchas veces se pasan los límites, cuando uno engaña al otro y
después encima le quita los hijos. Por regla general, es también aquél que no
respeta al otro. Sin embargo, son diferentes puntos de vista, y hay un montón
de excepciones. Por lo tanto, es importante fijarse detenidamente; esa gran
diversidad no puede recogerse en dos frases.
Los
padres también deciden con quién van los hijos, y si ellos se vuelven a casar.
Si por ejemplo un hombre, que está divorciado y tiene los hijos consigo, quiere
volver a casarse y pregunta a los hijos si debe hacerlo, el caso es grave. No es, en
absoluto, asunto de los hijos. El lo hace, y los hijos tienen que aceptarlo. En un asunto
así, no se les debe preguntar a los hijos. Pero tampoco
tienen la obligación de querer a las posteriores parejas de los padres.
Petra:
Pero los tribunales sí que lo preguntan.
Bert
Hellinger: Lo sé, pero no importa. Yo aquí hablo de
psicología. Si los padres arreglan el asunto entre ellos, a los hijos se les
ahorra el tener que decidirse entre los padres.
Muchas veces existe también la idea de si la custodia de los hijos se adjudica a uno, éste los tiene y, al mismo tiempo, se los quita al otro. No puede hacerlo. Esa madre o ese padre sólo tiene a los hijos viviendo en su casa. Pero no puede quitárselos al otro. Los hijos siempre son de ambos padres, y hay que negociar de manera que los hijos sepan que ambos padres seguirán siendo padres para ellos, aunque ya no sean pareja.