PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN EN LA DINÁMICA DE LA
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.
La
amenaza de ejercer violencia y su ejercicio al interior de la familia son
conductas aprendidas y reforzadas por la violencia en los medios y en la
sociedad y por la estructura tradicional de dominación en la familia. Con
frecuencia aquellos que ejercen la violencia fueron víctimas u observadores de
ella en sus familias de origen.
Desde
un punto de vista sistémico las complejas conductas disfuncionales que hay trás
la denominada “violencia intrafamiliar” son manifestaciones de desordenes o
implicaciones sistémicas que tienen su origen en dos tipos de eventos en la
historia familiar de los perpetradores y de las victimas:
eventos acaecidos en la familia de origen de uno o de ambos miembros de la pareja que han quedado inconclusos. Ellos pueden haber tenido como protagonistas de injusticias, actos de violencia y/o culpabilidad no asumida, a personas de otras generaciones. Sus consecuencias se vienen repitiendo y seguirán repitiendose a lo largo de muchas generaciones si los hechos acaecidos no son reconocidos y concluidos apropiadamente en el contexto del alma familiar.
eventos
que han afectado el equilibrio en la relación de pareja o actos graves en
los que se ha implicado uno o ambos y no han asumido responsablemente sus
consecuencias o sus culpas. En estos casos la violencia intrafamiliar es una
manifestación de desordenes asociados a otras conductas disfuncionales,
como por ejemplo el incesto, los celos, el alcoholismo, destinos familiares
dificiles tales como la discapacidad de un hijo, la homosexualidad
rechazada, o una incapacidad o el rechazo a asumir obligaciones conjugales.
Un
nuevo método psicoterapéutico, creado por el alemán Bert Hellinger, nos ha
permitido observar estos eventos cargados de altos niveles de energía afectiva
que han sido bloqueados y cómo se expresan a través de sentimientos o
emociones sustitutas que resultan incomprensibles incluso para quién las
manifiesta, y no se pueden resolver sin una mirada al sistema completo en que se
ejercieron.
Así,
por ejemplo, si el dolor por actos de violencia perpetrados contra uno por un
ser querido no es reconocido y sentido, éste nos lleva paradojicamente a la
ceguera ante las propias conductas violentas; por el mismo mecanismo, la negación
de una culpa no reconocida de otros miembros del sistema familiar y que no ha
sido compensada apropiadamente, se expresa a través de enactuar un papel de
victima o de victimario de un descendiente a pesar de que éste no tuvo ninguna
responsabilidad en los hechos negados o silenciados.
En
nuestro enfoque ante la violencia consideramos que las causas de esta conducta
se hallan en el ámbito de la historia de los afectados y que su curación
depende del reconocimiento de la necesidad de poner en orden algo en la psiquis
o alma de la familia de origen y/o actual de uno o de ambos integrantes de la
pareja.
También
es preciso dar herramientas para el manejo de conflictos a quienes ejercen la
violencia, proveer a las victimas de habilidades para confrontar en forma
apropiada a quienes los hacen objeto de su violencia y fijar límites y aprender
a mantener el delicado equilibrio entre dar y recibir de lo bueno y lo malo en
el intercambio conjugal.
El
trabajo con grupos en que participan miembros de familias, afectadas en diversos
grados por el fenómeno de la violencia intrafamiliar, debe estar libre de
juicios morales o éticos. Es necesario mirar a los individuos, incluidos a los
perpetradores de la violencia, como a niños que obedecen los estandares válidos
en su familia de origen. Si se desviaran de ellos, se sentirían culpables y no
aceptados ya en su familia de origen. Es aún más dificil cuando esos estandars
operan no sólo en la propia familia sino en otras del grupo de referencia de
los concernidos. Entonces la presión por seguir esos estandares es aún mayor.
Con este trasfondo se puede mirar a las familias de las victimas y los
perpetradores de una manera más relajada y con el ánimo de comprenderlas. Así
ambos pueden tener un lugar en el corazón del terapéuta y del grupo. Todos
pueden salvar la cara. Entonces, para ayudarlos convocamos el apoyo de sus
ancestros, por ejemplo, en una constelación familiar hacemos que el
representante del padre del perpetrador le diga a su esposa: “Ahora siento lo
que te hice; si tuviera la oportunidad nuevamente, te trataría con un profundo
amor”. Entonces el perpetrador obtiene el permiso de su padre y de otros
ancestros para comportarse de una manera diferente.
También
es preciso estar consciente de que la gente está identificada con
perpetradores, entre sus antecesores, que fueron condenados sin reconocer que
estaban implicados sistemicamente. Aquí cabe realizar ejercicios en que los
perpetradores ya fallecidos y sus victimas encuentran paz al unirse en un pesar
común, lo que facilita la ocurrencia de cambios significativos en las familias.
Es
importante no dejarse llevar a una situación en que los perpetradores son
aislados del contexto o señalados con el dedo como gente mala que debe ser
corregida. Cuando los vemos en su contexto y queremos ayudar a todos los
miembros de la familia de la misma manera, hay mayores posibilidades de éxito.
Y permitiendo que todos los miembros de la familia sean leales entre sí y con
el perpetrador. Entonces se logra su confianza.
Objetivos
generales
1.- Orientar a los participantes sobre los efectos de las conductas violentas, sobre la necesidad de asumir la responsabilidad del ejercicio de la violencia, o sobre la necesidad de tomar la decisión de desvincularse del victimario y del papel de victima.
2.-
Ayudar a tomar consciencia y a realizar los actos que permitan reparar los
desordenes en la dinámica de interacción familiar para quebrar el ciclo de la
violencia familiar, facilitar el compromiso de relacionarse sin violencia y el
compromiso de cultivar las condiciones que permitan un desarrollo sano de la
vida familiar.
3.-
Desarrollar habilidades para confrontar a un perpetrador de la violencia con las
consecuencias y la responsabilidad por sus actos. Y desarrollar habilidades para
resolver conflictos.
4.-
Desarrollar habilidades para mantener el equilibrio entre dar y recibir de lo
bueno y lo malo en el intercambio conjugal.
OBJETIVOS
ESPECIFICOS DEL TALLER
Esclarecimiento
De Las Dinámicas De La Violencia Intrafamiliar Y Herramientas Para La Resolución
De Conflictos
Al
término del taller, los asistentes serán capaces de:
1.-
Reconocer las formas de violencia física y no-física que se ejercen en el ámbito
de la vida familiar.
2.-
Comprender el impacto de la violencia en sí mismo, en su pareja y en sus niños
y reconocer que los efectos negativos y los perjuicios que las conductas
violentas traen a los miembros de la familia tienen, con mucha frecuencia, una
trascendencia intergeneracional.
3.-
Comprender la necesidad de dejar de ejercer la violencia física y no-física
hacia su pareja y sus hijos y de dejar de aceptar el papel de victima.
4.- Fomentar el coraje de conectarse con el dolor que acarrea el ejercicio de la violencia y la responsabilidad por la violencia que uno ejerce o que uno acepta.
5.-
Reconocer cómo cambia la dinámica de las relaciones, la comunicación y la
conducta de los miembros de una familia y se hacen disfuncionales como resultado
de aceptar la violencia; cómo se tornan facilitadores y codependientes de la
conducta violenta.
6.-
Distinguir las dinámicas sistémicas que debilitan la fuerza de voluntad que
una persona requiere para salir de los estados que lo conducen a la violencia o
de las situaciones en que reacciona en forma pasiva ante la violencia perpetrada
contra ella o sus hijos.
7.-
Reconocer las “leyes” que gobiernan los estados emocionales, las conductas
inconscientes y la interacción entre los diferentes miembros de un sistema
familiar.
8.-
Identificar los acontecimientos en la historia familiar que han llevado a un
desequilibrio en el tomar tanto los dones de la madre como los del padre.
9.-
Identificar los movimientos o actos que pueden conducir a la reconciliación con
los hechos que han llevado a un desequilibrio en el sistema familiar y cómo se
puede dar pasos para un asentimiento liberador frente a ellos.
10.-
Comprender la necesidad de desarrollar las habilidades que se requieren para
tener relaciones libres de violencia y para resolver conflictos de manera
equilibrada.
12.
Clarificar las metas necesarias en la recuperacion de la salud mental en el
sistema familiar:
Poner
fin a las conductas violentas.
El
desarrollo de estilos sanos de relación intrafamiliar.
El
desarrollo de habilidades para el manejo productivo de los conflictos
El
crecimiento espiritual
El
resultado de una recuperacion satisfactoria de las formas insanas de relación
intrafamiliar es una persona y una familia con una calidad de vida en franca
mejoria, con estilos de relación y manejo de conflictos no violentos y con un
nuevo sentido de su misión vital.
13.-
Saber confrontar centradamente al perpetrador de actos de violencia con su
responsabilidad y las consecuencias de sus actos.
14.-
Iniciar el proceso de cultivar las habilidades y los hábitos que requieren para
resolver en forma creativa y productiva los inevitables conflictos y problemas
familiares.
15.-
Comprender la necesidad de mantener un sutil equilibrio entre el dar y el tomar,
tanto de lo bueno como de lo malo, en el intercambio conjugal.
PLAN
DE TRABAJO
Reunión
de Propuesta: Presentación de la propuesta al cliente, y determinación de
ajustes necesarios.
Ejecución
del Curso: comprende tres modulos. El primero de 8 a 12 horas para un grupo de
hasta 70 personas, compuesto por trabajadores de la empresa y sus conjugues. En
éste se abordan los dos primeros objetivos del programa. Luego el grupo se
divide en dos, con un máximo de 35 personas cada uno, para la discusión de la
experiencia de la primera parte del programa y el desarrollo de habilidades de
confrontación y resolución de conflictos, completando un total de 16 horas por
asistente (24 horas del relator).
Opción
de Seguimiento y Evaluación: Dos sesiones de tres horas con todos los
asistentes para reforzar la conciencia sobre las dinámicas develadas en el
taller, a realizar en los dos meses siguientes al taller.
Evaluación
del Programa: Reunión entre cliente y consultor, con el objeto de evaluar el
resultado del programa.
CONTENIDOS
Los
efectos del ejercicio de la violencia en sus diversas manifestaciones físicas y
no-físicas.
Factores
de riesgo y medidas de protección.
La
dinámica sistémica familiar trás la violencia intrafamiliar.
Configuración
de "constelaciones familiares" representativas de la gama de patrones
relacionales disfuncionales que conducen a la violencia intrafamiliar en la
familia actual o que condujeron a la violencia en la familia de origen.
El
ejercicio de la violencia como síntoma de un desequilibrio en el proceso de
maduración de la personalidad.
Origen
de los desequilibrios en la estructura de la personalidad.
La
paz interior que se alcanza al incorporar los dones legados por el padre y los
dones legados por la madre en forma equilibrada.
Actos
reparadores de los desequilibrios y de otras dinámicas sistémicas que conducen
a expresiones violentas.
La
escalada virtuosa que se produce en una relación al dar un poco más de lo
recibido y al hacer un daño, sin violencia, de una medida menor en respuesta
ante un daño proveniente del otro.
Un
formato para confrontar centradamente al perpetrador de actos de violencia con
su responsabilidad y las consecuencias de sus actos, a través del
reconocimiento del poseedor del problema y el uso apropiado de diversos actos
lingüísticos.
Las
habilidades de relación interpersonal y los hábitos a cultivar para resolver
en forma creativa y productiva los inevitables conflictos y problemas
familiares.
METODOLOGÍA
La
metodología de trabajo es del tipo taller, con alta participación de los
asistentes en las dinámicas que se proponen ya sea como a) observadores, b)
como representantes en representaciones improvisadas de las dinámicas
relacionales de las familias de otros, o c) exteriorizando la propia imagen
inconsciente del sistema de relaciones familiares si en este hay personas con
conductas violentas, o con propensión a la victimización o la depresión. Para
esto se utiliza el método sistémico de configuración de “Constelaciones
Familiares”, del psicoterapéuta alemán Bert Hellinger.
Análisis
y discusión interactiva de casos y de factores de riesgo y de protección ante
el ejercicio de la violencia intrafamiliar.
Participación
interactiva en grupos de tres personas en ejercicios diseñados para incorporar
nuevos hábitos y habilidades para confrontar y resolver conflictos y posterior
discusión de todo el grupo.
RELATOR
HUMBERTO DEL POZO LÓPEZ, Consultor en Sistemas de Relaciones Humanas y Terapéuta Sistémico. Profesor Universitario. Director del Centro de Constelaciones Familiares Bert Hellinger de Chile. Ex Gerente de empresas productivas, de servicios, financieras y comerciales. Magister en Economía –Universidad Católica de Lovaina (1976-79), Magister en Programación Neurolinguística –Universidad de California (1994). Relator en talleres de orientación para personas adictas y sus familiares en el Centro de Investigación y Prevención de las Adicciones del Departamento Control Drogas y Prevención Delictual (O.S.7) de Carabineros de Chile.
Quién es Bert Hellinger |
Ejemplo de una Constelación Familiar |